(in)HABITABILIDAD y VIVIENDA

arq. Baldracco, Patricio Diógenes
arq. Russo, Nahuel Matías

ÍNDICE:

 

Introducción ……………………… 3
La vivienda en el contexto ……………………… 4/5
El valor simbólico de la vivienda ……………………… 5/10
Reflexiones finales ……………………… 11
Bibliografía ……………………… 12

 
 
 
 

 

 

Introducción

Las transformaciones urbanas en nuestras ciudades no son ajenas a los
cambios territoriales que se dan en el resto de América Latina; la complejidad
que les aporta el capitalismo y la economía global se refleja en su crecimiento y
expansión territorial, que produce un modelo de ciudad extensa-difusa. En
múltiples casos se genera un estado de (in)Habitabilidad de las mismas, dando
lugar, en materia de investigación, a diversas teorías, manifiestos o conceptos
de cómo repensar el hacer ciudad.

Este escrito propone analizar y comparar la relación entre la (in)Habitabilidad y
la Vivienda, teniendo en cuenta los nuevos paradigmas mundiales que nos
traen palabras como: Habitabilidad, Sustentabilidad, Resiliencia, etc. Se
refieren a cómo deberían ser nuestras ciudades, especialmente en cuanto a su
relación con las personas que las habitan.

Estos puntos se enmarcan en el concepto “Derecho a la Ciudad”*1 y la Nueva
Agenda Urbana ONU-Hábitat *2, sobre los cuales se desarrollarán las ideas.

1 Derecho a la Ciudad, Henri Lefebvre
2 Nueva Agenda Urbana, ONU.-Habitat , concepso firmado Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y
Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III), en Quito, Ecuador, y respaldado por la Asamblea General
el 23 de diciembre de 2016 (A / RES / 71/256).

 
 

 

 

La vivienda en el contexto

El «derecho a la ciudad», definido como el derecho de la población urbana a
construir, decidir y crear la ciudad y hacer de ésta un espacio privilegiado,
como lo menciona y desarrolla el autor del concepto, busca resolver o
replantear la ciudad capitalista a la que hemos llegado, dado que los hechos
han demostrado qué, el Estado, el Mercado y/o el Privado por cuenta propia,
muchas veces de manera articulada, no siempre desarrollan el crecimiento de
las urbes de manera satisfactoria y equitativa para toda la comunidad. En ello
radica la importancia de la ciudadanía y del empoderamiento de la misma en
los procesos de construir, decidir y crear el entorno construido.

Si analizamos el Derecho a la Ciudad, y/o todos los escritos que derivan de
éste, como la Carta de la Ciudad de México por el Derecho a la Ciudad *3,
vemos que en todos los casos se habla de lo Urbano-Social-Económico-
Habitacional-Político y del espacio público, reconociendo que no es posible
dejar de hablar de ellos como una integralidad, si queremos referirnos a una
ciudad sostenible o plena.

Ampliando los conceptos anteriores, con la NUA *4, haremos referencia a los
puntos de Equidad, Resiliencia, Habitabilidad, Sostenibilidad, Seguridad y
Participación, refiriéndonos específicamente a los temas a tratar en dicho
escrito.

La vivienda como tema de discusión en lo Socio-Político, desde la Planificación
de un modelo de ciudad, no es igual en toda Latinoamérica. En algunos
Estados la vivienda es un derecho por constitución (Argentina, México,
Uruguay), en otros no lo es (El Salvador), y hay quienes lograron recientemente
una ley de vivienda (caso Guatemala); pero las problemáticas Sociales, de
Localización, Valor de Suelo Urbano, Especulación Inmobiliaria, etc, se
perciben y funcionan de manera similar en toda la región.

Como ya hemos aclarado, la economía global ha llevado a una globalización de
algunas cuestiones o problemáticas territoriales, sin importar las fronteras. El
modelo engloba el tipo de Gestión y Producción Habitacional, así como
también el régimen de tenencia o carácter de la propiedad.

Cuando hablamos de búsqueda de Equidad, Resiliencia, Habitabilidad,
Sostenibilidad, Seguridad y Participación en relación al tema de la Vivienda,
existen grandes diferencias según el escenario jurídico de cada lugar.

No es lo mismo un Estado en el que sea un derecho, con legislaciones o
normas que la regulen y que en cierta forma posibiliten que aquellos conceptos
se puedan aplicar total o parcialmente, a un Estado que no reconozca a la
vivienda como un derecho o bien social, en donde encontraremos
probablemente mayores desigualdades en términos de producción del Hábitat.

3 Carta de la Ciudad de México por el Derecho a la Ciudad, Ortiz Enrrique, HIC-LA.
4 Nueva Agenda Urbana, ONU.-Habitat , conceso firmado Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y
Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III), en Quito, Ecuador.

 
 

 

 

El Valor simbólico de la Vivienda

En Latinoamérica preexiste la cultura y tradición de la construcción lote a lote,
con superficies amplias, patios privados, baja densidad, siendo ésta una
particularidad de uso y apropiación del espacio público que deriva en una
relación vivienda-ciudad-territorio insostenible en el tiempo, considerando los
escasos recursos de sus habitantes y Estados en la actualidad.

Si tomamos el caso de la Argentina y su diversa producción de Vivienda, tanto
del sector público como del privado, se lo podrá analizar desde lo propuesto en
el “Derecho a la Ciudad” y la Nueva Agenda Urbana.

A partir de aquí tomaremos el concepto de (in)Habitabilidad como eje principal
de análisis por considerarlo integrador de los demás, teniendo en cuenta que
para realizar -a criterio de los autores- una vivienda plenamente Habitable,
debe proyectarse de manera participativa.

Este tipo de diseño habitacional permite que el proyecto se amolde a los
diferentes tipos de hogares y a sus necesidades en concreto (tanto del sector
público como del privado), generando positivos índices de equidad,
sustentabilidad y seguridad. Al participar activamente la comunidad en todos
los aspectos, se garantiza en gran medida la legitimidad del proceso y del
producto, arribando a un resultado satisfactorio. Además podemos decir que
debe comprender el acceso a una calidad de vida socialmente aceptable,
alcanzando los beneficios de la ciudad formal, que supone Servicios
Asistenciales, Culturales, Educativos, Infraestructura, Espacios Públicos,
Seguridad y Accesibilidad para todos sus habitantes (niños/as, adultos/as
mayores, personas con capacidades diferentes, diversidad de género) etc.,
reconociendo por último las escalas de lo individual a lo colectivo, de la
vivienda a la ciudad.

La producción de Vivienda en Argentina, como en otros países, se puede
clasificar según; Valor de Uso (por parte del sector Público-Privado) o Valor
de Cambio/Mercancía (por parte del sector Privado), conduciendo estas
formas a una relación Hábitat-Vivienda-Espacio Público muy diferente una de
otra, lo que se evidencia en la mutación que aquella fue sufriendo en el tiempo                                                               debido a los cambios de paradigmas y a las (no)intervenciones por parte del
Estado.

Al analizar la vivienda del sector privado, como ya hemos mencionado,
podemos hacer dos clasificaciones. Con valor de uso, la construye el futuro
usuario/propietario tras el fin de obtener su propia morada como factor
satisfactor de una necesidad primaria. Con valor de cambio o mercancía *5 la
lógica es económica en la cual el constructor busca generar ganancia con la
vivienda como producto (teniendo en cuenta la diversidad de construcciones
que se pueden llevar a cabo, desde una sola vivienda a conjuntos
habitacionales y/o edificios) favoreciéndose económicamente de dicho
intercambio

Haciendo referencia a las clases sociales más vulnerables, y estratos medios
de nuestras ciudades, podemos decir que siguen optando por la forma
tradicional de lote a lote, en sectores periféricos, estimando por origen del
comportamiento a cuestiones culturales, además de dificultades de acceso al
suelo urbano, ya que el costo del mismo es el factor primordial a la hora de
decidir sobre la Localización, *6. Sin embargo no siempre las periferias urbanas
cuentan con todos los servicios, infraestructuras, equipamientos, etc. Es de
destacar que el modo de vida resultante de dicha extensión de la ciudad
supone una importante demanda en cuanto a tiempo de traslado de las
personas a sus trabajos, lo que implica un gran gasto económico de transporte,
además de producir mayor contaminación ambiental por los sistemas de
movilidad.

En relación al espacio público producido por las periferias en su crecimiento,
podemos decir que no siempre resulta de condiciones satisfactorias o como
verdadero Espacio Público, porque suelen carecer de actividades, diseño,
participación y apropiación, lo que lleva con el transcurso del tiempo a su
degradación, convirtiéndose en espacios vacios, vacantes, inseguros,
violentos, tanto para su propio sector como para los usuarios de paso.
Las clases sociales más pudientes, no son ajenas a estos problemas urbanos.
Esta situación deriva en una forma de construcción tipológica diferente, que se
viraliza en los años 90°, es decir, las urbanizaciones cerradas, urbanizaciones
residenciales especiales o countrys *7.

 

5 Reese Eduardo, MGDH 2017.
6 Falú Ana, Políticas Habitacionales MGDH 2018.
7 Ciudad dispersa y Fragmentada, Marengo 2001-2010

 
 

 

 

Hay una búsqueda de la tradición y cultura de la extensión, de lote propio,
entornos verdes, que busca resolver al mismo tiempo los problemas de
inseguridad y privacidad. Este tipo de urbanizaciones siguen acentuando el
tema de la extensión urbana, necesidad de provisión de infraestructura y
servicios (principalmente por la bajísima densidad de ocupación del suelo),
pero sobre todo generan una gran fragmentación socio-territorial. La utilización
que hacen de muros, vallas y seguridad privada genera un distanciamiento
social, además de un límite físico peatonal muy fuerte, que intensifica la
sensación de inseguridad en la vía pública, en negativo de lo que ocurre hacia
adentro del barrio cerrado.

A diferencia de otras clases sociales, éstas poseen el poder económico-político
para materializar las infraestructuras-servicios faltantes, aunque son cargas
que por lo general asume el Estado, significando una redistribución in-
equitativa de la riqueza de la ciudad, de la valorización públicamente creada.

Avanzando en el tiempo se generan urbanizaciones en altura, proponiendo una
nueva forma de habitar, y va mutando según la lógica inmobiliaria. En la ciudad
de Córdoba el gran boom inmobiliario se da con la tipología de departamentos
asignada para resolver la demanda habitacional estudiantil, concentrada en el
centro de la ciudad, con una lógica de apropiación totalmente distinta e
incompatible con la de los hogares de familias.

A partir de los nuevos paradigmas de sostenibilidad esta forma de construcción
ha mutado a grandes barrios cerrados, de torres compuestas por tipologías que
se asemejan a la vivienda tradicional, ubicadas en zonas pericentrales, con
buenas condiciones ambientales, equipamientos y servicios, en un intento de
rememorar la imagen romántica del lote propio, el verde, la extensión, la
seguridad, etc., con la consecuencia de qué, al seguir siendo cerradas,
continúan reproduciendo la fragmentación urbana que generaban los barrios
cerrados de vivienda tradicional, y la escasa relación con el espacio público y
los usuarios transeúntes.

Independientemente de la clase social, pero sí con incremento en los sectores
más vulnerables, todos los habitantes de la ciudad están atravesados por
problemas de (in)Habitabilidad, ya sea por la propia producción de vivienda-
ciudad o como consecuencia de sucesivas decisiones urbanas erróneas y
desfavorables para el conjunto.

Hablando de vivienda social promovida por el Estado, considerando que la
vivienda es un derecho constitucional y un bien de necesidad primaria, podría
entenderse la lógica y necesidad de su producción en serie y de manera
masiva, como se aborda el problema tanto en Argentina como en
Latinoamérica toda. Esta lógica productiva proviene del modelo chileno, que
busca resolver la mayor cantidad de viviendas posibles, donde prevalece el
interés de lo cuantitativo sobre lo cualitativo. Por otro lado y analizando este                                                                          accionar de los Estados en mayor profundidad se puede afirmar que la vivienda
también es considerada como un instrumento político-electoral, en función de
qué, a mayor cantidad de viviendas, mayor cantidad de votos, quitando de la
ecuación calidad o habitabilidad de las mismas.

La lógica de repetición de modelos tipológicos genera mayor economía en su
producción/construcción, dejando de lado el reconocimiento y abordaje de la
diversidad de hogares y sus formas de habitar, conduciendo a una apropiación
de las mismas generalmente no deseadas.

Si cruzamos los diseños con la variante de accesibilidad, podremos destacar
un gran déficit en la consideración de niños/as, adultos/as mayores, personas
con capacidades diferentes u otros grupos, dado que al realizar una vivienda
tipo o estándar como sucede en la gran mayoría de los casos, se niega o no se
visibiliza los requerimientos y necesidades específicas, que son elementos
primordiales para el desarrollo y goce pleno de la vivienda y del habitar mismo.

Podemos hacer otro análisis de jefes/as de hogar lo que arroja otra forma y
necesidad de estructuración de la vivienda. Esta variante no se contempla total
o seriamente; por lo general son viviendas qué, en relación a las necesidades
de sus destinatarios, cuentan con deficiente cantidad de habitaciones,
dimensión de cocina, dimensión de parcelas, y posibilidad de ampliación
eficiente (en muchos casos las ampliaciones dejan sin ventilaciones algún
ambiente previo). Citamos como (no)ejemplo el caso del Plan Eva Perón *8.

Merece su espacio de análisis en este desmenuzar de la (in)habitabilidad, la
carencia de espacio público de calidad. No verde, no vacante, más bien con
diseño adecuado, equipamientos, cualidades espaciales, considerándolo como
instrumento integrador-articulador social, como lugar para el bien colectivo, de
expresión política, promotor del reforzar de identidades y sentido de ciudadanía
de las comunidades, para evitar que sean sectores carentes de identidad y
legitimidad y que se conviertan en espacios residuales de violencia,
inseguridad y vandalismo.

Es muy importante este punto, porque el concepto de vivienda propia y aislada
que se genera desde el Estado, alienta al no debate o reflexión de la forma de
vivir y construir socialmente el territorio, cuando en el mundo se habla de la
Función Social de la Propiedad, y la importancia de entender que el suelo no es
un derecho divino, alistado e ilimitado, sino más bien un derecho colectivo,
escaso y necesario para el desarrollo de las ciudades.

 

8 Plan Eva Perón, para jefas de hogar, ciudad de Villa Maria, Córdoba

 
 

 

 

Los mecanismos de adquisición de lote-tierra y la Gestión-Producción de
vivienda promovida por el Estado, no debería limitarse a un único formato o
mecanismo. En relación al suelo urbano el mecanismo más utilizado es el de
compra directa de nuevo suelo, por lo general en las periferias, o a través de la
expropiación de lotes ya sea por voluntariamente o derivado de alguna
situación irregular, como ocupaciones ilegales, asentamientos en situaciones
de riesgo, etc. En este accionar generalizado se deja de lado otros
instrumentos de igual validez, pero no considerados, como la generación de
suelo, recuperando lotes urbanizados ociosos o vacantes producto del
encuentro de tramas urbanas, hechos naturales (ríos, barrancas, etc), lotes en
engorde, recuperación de infraestructuras obsoletas, aprovechamiento de
infraestructuras-lotes Estatales mal utilizados o aprovechados entre otros. Todo
lo dicho puede promoverse generando un banco de tierra estatal contemplando
todas las variantes posibles que permitan reducir el costo del suelo al Estado,
garantizando a la vez una producción de vivienda de mayor calidad-cualidad.

Al analizar la Política de Erradicación de Villas de Emergencia, práctica que
ONU-Hábitat considera mala e ilegítima, que se traduce en planes de vivienda
social por parte del Estado localizados en periferias urbano-rurales, vemos
cómo se reproduce la (in)Habitabilidad al aplicarse en ellos la lógica del
mercado. Este accionar común, conlleva en sus lugares de emplazamiento a
problemáticas o situaciones tales como la gentrificación o expulsión de ciertos
sectores de la población, en este caso de los más vulnerables, siendo
ocupados por grupos con mayor capital económico y/o cultural, todo producto
de los procesos urbanos desencadenados por la inversión financiera privada o
pública.

En estas secuencias se avasalla el derecho de la población a permanecer, no
contemplando su identidad, tejido socio-cultural y la relación de la vivienda con
el entorno socio-económico-productivo. La reestructuración de tejidos
resultantes conduce a los reubicados a situaciones de mayor vulnerabilidad en
cuestiones básicas como el acceso a la vivienda -propia o en alquiler- y la
actividad económica de las familias, marginando aún más su situación inicial.

Es una lógica de mercado que desarrolla tanto el sector Público como el
Privado, en la generación o reconstrucción de la ciudad, que suele devenir de
malos enfoques o falta de voluntad pública-política además de carencia-
deficiencia de herramientas técnicas o de regulación. Se produce así una
disputa del espacio urbano, con practicas Legales y Legitimas, Legales e
Ilegitimas, No Legales pero Legitimas, No Legales e Ilegitimas *9.

Todo lo expuesto anteriormente deriva en la (in)Habitabilidad de las viviendas,
dado que desde el Estado no se garantizan las condiciones óptimas para el
buen desarrollo de la vida, tanto de manera individual como colectiva,
problemática que se agudiza si consideramos que todas las falencias son
evitables, de establecerse dicho concepto como fundamental al comienzo del
desarrollo y no como un problema futuro a resolver.

9 Gestión Jurídica en los Proyectos Habitacionales, dra. Puga Mariela modulo en la MGDH 2017

 
 

 

Reflexiones Finales

Cuando se plantea la (in)Habitabilidad y su relación con la Vivienda, no sólo
se hace referencia al tipo de Gestión y Producción, sino también a la
integralidad de todas las variables que hacen a la vida y al habitar.

Surge la necesidad de pensar que el Espacio Público además de ser el
contenedor e integrador social de un barrio, de las viviendas, es el nexo -entre
la ciudad y todos sus habitantes- que asegura su seguridad y apropiación.

La Localización de las Viviendas, aspecto central para el desarrollo de la vida
en la ciudad, aparece ligada a la obligación pública de generar un banco de
suelo, siendo este una importante herramienta para evitar procesos indeseados
como la gentrificación o expulsión urbana, y garantizar a la vez el
justo/equitativo acceso a la tierra. Además influye no solo en el tipo de espacio
público y la actividad que debería albergar, sino también en la economía de la
población, en el sistema de transporte y la conexión entre las áreas, pudiendo
mejorar o agudizar las brechas socio-culturales e incluso agravar la situación
de infraestructura y servicios de la ciudad.

La Participación se destaca como eje fundamental, desde el punto de vista del
diseño de Viviendas, considerando en su aplicación la diversidad de Hogares-
familias-usuarios, y en el diseño de la ciudad, practicando la Gobernanza
Urbana, como un derecho y obligación de la comunidad.

El Estado como máximo regulador y actor territorial debe establecer normas,
acciones y diversos mecanismos de regulación y control del uso del suelo y de
la especulación inmobiliaria/financiera, buscando generar equidad en la
redistribución de la tierra urbanizada, para garantizar la Habitabilidad plena de
toda la comunidad, pretendiendo conjuntamente mitigar y revertir la
fragmentación, extensión e insostenibilidad de las ciudades.

 

Bibliografía

Planificación e instrumentos de gestión DEL TERRITORIO,
autores: Eduardo Reese1 y Andrea Catenazzi2 con la colaboración de Romina Doi3

Extensión urbana e intervenciones habitacionales. El caso de la ciudad de Córdoba
(Argentina)
autores: Cecilia Marengo

Ciudad dispersa y fragmentada
Lecturas de forma urbana en emprendimientos habitacionales privados, Córdoba 2001-2010
autores: Cecilia Marengo – Martin Lemma

• Apuntes del modulo de Gestión Jurídica en los Proyectos Habitacionales en la
Maestria en Gestion y Desarrollo Habitacional, FAUD UNC
autores : dra. Puga Mariela

• https://es.unhabitat.org/ pagina oficial ONU-Hábitat

El Derecho a la Ciudad ISSN 1870-4697 // NUEVA ÉPOCA SEPTIEMBRE, 2017
autores : Jordi Borja

Carta de la Ciudad de México por el Derecho a la Ciudad, Primera edición: junio de
2010. CDMX.

Sin política de suelo, no hay política de vivienda.
autor: Silvana Pisano

 
 

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